6 de julio de 2012

De a poquito


Hubiera preferido algo abrupto
un fuerte golpe que me dejara ciega y sorda y muda por algunos instantes,
y que luego un día súbito pudiera divisar hermosas hojas de árbol a lo lejos, o
no tan lejos
y así
volver a ver, a oír, a oler, saber.

Pararme y caminar.

Pudiste haberme cortado la cabeza de un firme sablazo.

Pudiste haber abierto la puerta del auto en movimiento y arrojarme al medio del bosque para que hambrientos lobos me devoraran viva en la oscuridad.

Pudiste amasar tus ricas pizzas mezclando cianuro con la levadura, y servirme así, amorosamente, mis favoritas de jamón crudo y rúcula.

Pudiste decirme, aquella noche: “no puedo viajar con vos este verano porque estoy quebrado. Dejemos ya todo atrás, sigamos cada uno con su vida”.

Pero no.





No hay comentarios:

Publicar un comentario

pueden dejar comentarios, frases, links o insultos aquí